Llegamos tarde los dos

Llegamos tarde los dos
Si, llegamos tarde los dos, como se tratara de una última poesía, de un romance que se termina.
Llegamos tarde los dos y no fue culpa mía, aunque la culpa es subjetiva, pues puede ser que ni de uno ni de otro, sino de nuestras propias torpezas.
La vida es eso, el enamoramiento, la pasión, la convivencia, las discusiones y al final el desamor.
No siempre es así: hay parejas que duran toda la vida. Otras que se aguantan en ese trecho. Y al final como dice el inefable Don Julio Iglesias: Al final, las obras quedan, las gentes se van.
Arreglo mis frustraciones con la música, con la canción. Unas veces se es expléndidamente grato y otras veces en cambio, se puede ser estúpido.
El resultado es que quedas como un idiota, que ha dejado escapar una oportunidad, porque cree que el tren pasa siempre.

Llegamos tarde los dos

y ese fue nuestro destino. 
Cuando quisimos darnos cuenta, todo había acabado. No tenía sentido ni recoger las cenizas de nuestros recuerdos, de nuestros besos.

La tristeza me acompaña, otras veces la alegría, aunque después de todo lo que no soporto es la rutina. Y en el amor como en la vida hay que ir continúamente reinventando, regenerando aquello que tanto nos unió, que tanto nos apasionó. A mí, no me perdonaron nunca un error, sin embargo la gente me dice, lo mismo que cuando la lotería no toca: No estaba para tí.

Llegamos tarde los dos

y seguimos distintos caminos. Nunca más la he vuelto a ver, ni siquiera en el facebook. Además las cosas se olvidan o ¿no?
Imágen: Flickr: http://www.flickr.com/photos/biorieles/7708737894/(Derechos Reservados del autor de la Imágen)
El consuelo, lo encuentro en este videoclip

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