Esta entrada es una elegía a mi amigo Miguel, uno de los pintores de Granada de brocha fina reducidos al mundo aficionado.
Cuando un amigo se va
Me sentí triste, pero la dureza de la vida, no me dejó derramar lágrima.
La pintura es cortesía de Pixabay,, un bodegón de ELG21, similar a los bodegones que pintaba Miguel.
Miguel, artista plástico, pintores de Granada de brocha fina
Miguel, un chanero de pro, era una persona vital, un pintor de Granada de brocha fina, cuya especialidad eran los bodegones y los retratos.
Lástima que nunca llegaron a una exposición, como nos pasa a muchos escritores que no vemos cumplido nuestro sueño.
Miguel era un soñador, pero la vida lo cogió, o mejor la muerte lo cogió, la vida lo pateó y la muerte lo cogió, como un toro a un torero.
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No sentí tanta pena como el domingo cuando ya lo perdimos definitivamente.
El gesto más triste y desencajado el de su nieto, que se abrazaba a mí nada más enterarse.
La verdad que la muerte no avisa, llega por sorpresa.
Creía que se recuperaría, pero no fue así.
Te encuentres donde te encuentres, Miguel, descansa en paz y pinta a los ángeles.
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