DIARIO DE UN KAOVOI

Es un día frío de diciembre, lluvioso, me interno desde la pradera con mi caballo el malo y voy a mi rancho que en verdad es más bien una vieja cabaña

Me cojo un barreño de agua que he calentado previamente y me doy un baño caliente con jabón neutro. Que no sé porque le llamarán neutro, será porque no lleva perfume, conservantes ni colorantes.
Me seco profundamente y me acicalo para parecer un gigoló.

Me rasuro el pecho y me afeito la poca barba que llevo en el rostro.

Estoy vestido con mi camisa de cuadros, mi pantalón tejano y mis botos con espuelas.
El sombrero a la cabeza.

Cabalgo al poblado, a la taberna de Tom, donde están las chicas más hermosas del contorno, fumo un habano que Willy ha traído, y me acerco a la rubia con lunaritos en la cara.
Tomamos dos birras (no dos birrias) y bailamos entre la intensa humareda que deja el tabaco.

Aclaratio: Ya sé que se escribe cowboy, pero lo he escrito como a mi me ha parecido.
(kaovoi, kao ( de otra palabra inglesa:KO, y voi, mal escrita la conjugación española del verbo ir (voy)
Relato original personal de German Prados de Granada (Germaniky).
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